Si bien no soy crítica de arte, me gusta muchísimo apreciar cada obra que conozco y sobre todo aquellas que inquietan mi mente y hacen que todo mi ser vibre. Eso me paso al conocer esta obra atribuida al pintor Johann Zoffany , 1779.
Johann Zoffany, Zoffani or Zauffelij (nacido el 13 de marzo de 1733, fallecido el 11 de noviembre de 1810) fue un pintor neoclásico alemán, que estuvo activo principalmente en Inglaterra. Sus obras están expuestas en varias galerías nacionales inglesas como la National Gallery, Londres y la Tate Gallery.
Zoffany fue miembro fundador de la Royal Academy (1768). Poseía una brillante habilidad técnica e introdujo una mayor vivacidad en la llamada pintura anecdótica inglesa, a la que dio un toque muy personal, así como en las escenas de conversación.
Creada por Hogarth, William (1697-1764) la llamada “pintura anecdótica inglesa” buscaba ser “un escenario para los hombre y mujeres allí representados como los actores”
En esta obra de Johann Zoffany, vemos una escena donde una joven inglesa sentada con su hermoso traje con mirada inteligente, sostiene en su mano izquierda un libro, símbolo de sabiduría. A su derecha, otra joven de piel oscura, en una actitud pensante, con un ramo de flores en su brazo izquierdo. Las flores simbolizan nuevos comienzos, según el libro "Le langage des fleurs", publicado en 1819 por Charlotte de Latou. La floriografía, o sea el estudio del significado de las flores, se utilizó ampliamente durante la época victoriana para la comunicación secreta.
Esa jovencita Dido de esta pintura, adelanta su pierna casi a la misma altura en que esta su prima, Elizabeth Murray, con una mirada altiva y hasta picaresca.
Si bien Dido, usa un traje de época, similar en glamoroso que su prima, en su cabeza, hay un turbante con una pluma, como si orgullosamente ella manifestara su origen en una sociedad caracterizada por un gran movimiento artístico, especialmente en la mitad del siglo XVIII, una era industrial que venía movilizando a toda la sociedad con una serie de modas distintas, la política y la cultura, cambios habidos en las sensibilidades culturales y en las preocupaciones políticas.
Normalmente, los cuadros en donde se incluyen personajes afro, en estos periodos antiguos, se los ve en una actitud de servicio, atendiendo a sus amos.
Desde mi punto de vista, este cuadro debe de haber sido una obra mantenida en un espacio familiar, en el castillo, y en mi sentir es como un anuncio de los cambios en el status que se avecinaban para las personas africanas y al mestizaje que ya era una realidad.
Graciela Leguizamón