Caserio de los Negros Isidoro de Maria, Montevideo Antiguo

01.02.2014 14:09

 

Hasta treinta años después de la fundación de Montevideo, la raza africana no se conoció en esta ciudad, dicho sea con perdón de algún geógrafo moderno. Recién en 1756 arribó aquí un buque con negros de Angola, primera importación de esa mercancía de carne humana. Se permitió su depósito en tierra, resultando de ello una epidemia de que fueron víctimas muchos habitantes de la ciudad, y los más de los negros introducidos, quedando de éstos pocos sobrevivientes. El 67 vino otro buque con negros bozales, como los de la primera expedición. Diose permiso para el desembarco, destinándose un horno de fábrica de adobe en extramuros, cercano a las fuentes de aguada pública, para su depósito. Con lo ocurrido once años antes con los primeros venidos, el vecindario se alarmó, temeroso que se reprodujese la peste, y el Cabildo representó al Gobernador La Rosa, que se obligase al capitán de la nave importadora a llevarlos a la costa del Cerro, donde pusiese hospitales en barracas, lejos de comunicación con el vecindario. Pasó mucho tiempo sin que arribase a estas playas ningún buque negrero, con esa carga. Al tenerse noticias de la próxima venida de buques negreros de la Compañía de Filipinas, en 87 , el Cabildo se puso en guardia, velando por la salud pública, y más que de prisa trató de tomar medidas preventivas, que el miedo guarda la viña, acordando que incontinentemente se intimase al apoderado de la Compañía de Filipinas, que dispusiese habitación bastante y aparente para su depósito ; en la boca del arroyo del Miguelete , hacia la parte del Cerro, donde en efecto procedió la compañía a la construcción del establecimiento que se conoció por Caserío de los negros. Este establecimiento, donde se depositaban en cuarentena los negros importados de la Compañía de Filipinas, ocupaba una manzana de terreno , bajo muro, teniendo en el centro cinco piezas edificadas, dos grandes almacenes, cocinas etc. techo de paja. Por mucho tiempo , sirvió para depósito de los pobres negros condenados a la esclavitud.
(Isidoro de María de “Montevideo Antiguo”)