Carta a mis ancestros de Carel Ruiz.

Hola cómo estás?

Sé que no me podes responder, pero igual quiero saber.

Soy parte de ti, aunque no sólo. Mucho tiempo ha pasado y otras tantas personas tuvieron que mezclarse para que yo hoy este aquí.

Tanta gente, que tal vez algunas fueron responsables de lo que te ha pasado.

Me cuesta imaginarte, se me hace difícil imaginar tu rostro, pero algo me dice que igual te conozco, que igual algo de tu esencia llevo en mí.

Soy ante todo producto de mis progenitores y mis cosas más esenciales las traigo de ellos.

Pero de ti....!!!, cómo explicarlo; creo que traigo aquello que debo reivindicar, ordenar, poner en su lugar.

Y quizás es desde esos lugares donde encuentro el refugio y la contención más grande, que tiene como punto de partida, los brazos de mi madre y desde ella los de mis abuelas la materna y la paterna. Y las de las tías abuelas, las de las bisabuelas; de todas ellas hasta llegar a tí.

Es peculiar con que sea contigo y con ellas, y no con él y con ellos; no; tiene su razón de ser; te lo contaré.

La naturaleza es sabia y es necesario que ellos sean parte de la creación y de la vida, pero mi preferencia no es por falta de reconocimiento; es por las enseñanzas de lo vivido.

Mi vida no ha sido fácil, por decisiones que he debido tomar desde circunstancias complejas y donde la dignidad de mi vida y mis hijas estaba en juego; “ellos” no han sido mi sostén y contención. En fin, cosas de la vida, me entenderás.

Tal vez por ésta razón, admiro a los “ellos” que tienen la naturalidad de ser seguros y amorosos emocional y afectivamente, contendedores y compañeros; los mismos que en tu tiempo  y en los tiempos posteriores; donde la complejidad y peligrosidad  de momentos difíciles lo ameritaban; supieron acompañarte a ti y a otras “ellas” y unidos resistir; y superar “esos momentos” siempre y cuando no se muriera en el intento.

Aclarado éste punto; hablemos de “nosotras” y de nuestras cosas.

Quiero conocerte, para entenderme yo, quiero saber; para tratar de construir mi integridad, que está formada de partes de aquí, de allá, con naturalezas distintas.

Quiero entender por qué?!, en ocasiones pierdo la cabeza, cuando tocan todo aquello que es más valioso que mi propia vida y a veces quisiera resolver violentamente las cosas.

Tú que sos más sabia que yo, que sabrás de rabias, de broncas, de impotencias, que será?!; simple instinto!!

Ha pasado mucho tiempo desde ti y me gustaría que me contarás historias de tu vida y de los tuyos, o de los nuestros.

Soy hija y madre de otro siglo; con otros desafíos, con otras cosas por resolver o quizás las mismas que tú, pero con otras ropas; o tal vez ni tanto y simplemente con otros harapos.

Quiero dar lo mejor de mí, pero sin perder memoria, sin usar la excusa de que cómo no lo viví, ni lo ví, no importa o por el tiempo que pasó; tomar una postura cómoda, y concluir bueno ya pasó, ya está.

Soy ante todo la construcción de un presente, que lo armo con piezas del pasado.

Y algunas de ellas como “las tuyas” no sé dónde van.

A veces me da cierto miedo que algunas cosas parecen repetirse y ahí listo, me pongo en alerta y pienso mucho y trato de hacer algo....

A éstas cosas se le suman cosas de mi tiempo, éstas si son vivenciadas, de éstas si tengo recuerdos.

Y en ellos tengo información, que me recuera que la miseria, mediocridad y crueldad; son patrimonio sólo de nuestra especie.

Dialogarás con aquellos que en tiempos difíciles pensaron y hablaron, resistieron y “otros” decidieron que pasaría con sus vidas.

Como ves, a veces todo se parece y con otras formas y con otros argumentos; parecen repetirse.

Pero quiero saber qué cosas de tus tiempos y de los míos; debo sanar y reformular; cómo trasmutar el dolor; y poder hacer una construcción en donde las diferencias y los acuerdos, complementen; sin necesidad de subestimar y anular al otro.

La vida, cómo tú, son sabias, yo una simple mortal más, con mediocridades y miserias por resolver.

Cómo una canción de mis tiempos sólo quiero “honrar la vida...” y trato entre otras cosas de hacerlo teniendo memoria.

“Gracias a la vida que me ha dado tanto”, una canción también de mis tiempos; en esa gratitud, tal vez fue mayormente a través de momentos difíciles y complejos, que me enseño mucho. Y cómo tú tal vez, aprender a ensanchar la espalda  y el alma; para ser más fuerte y amortiguar los golpes.

Pero probablemente mi vivencia tiene que ver con el ejercicio de la apropiación de mi vida y el ejercicio de mi libertad.

Una libertad de hecho, que probablemente, haya sido pagado por el costo de tantas y tantos como “ellas” y “ellos”, como vos; en tiempos donde parecería interminable el calvario.

Sólo quiero seguir dialogando contigo a través de la vida y en clave de entender, consciente de que estoy en otros tiempos, pero con la sensación de que igual hay cosas de tus vivencias; que aquí y en el ahora; aún están.

Bueno, creo que lo importante es no perder la comunicación, cómo se pueda, con tu ausencia y mi presencia; en éstos tiempos.

Espero saber más de tí, trabajo en ello, espero que estés bien y descansando en paz.

O tal vez a mis espaldas protegiéndome y dándome fuerzas, tal vez junto con mi mama, cuando siento que flaqueo.

Gracias por todo, te extraño aunque nunca de conocí, pero con todas mis “ellas” y “ellos”, te llevo conmigo a todos lados.

Besos, te quiero mucho.

Carel Ruiz